martes, 21 de octubre de 2008

PELÍCULA RECOMENDADA: “Pi” Fe en el caos


Por: Jacobo Echeverry Yepes.

Del director Darren Aronofsky. El frenético filme que no supera las tonalidades grisáceas, logra asociar las matemáticas a la naturaleza y la economía misma, con modelos, patrones y secuencias lógicas.

Maximilian Cohen, un matemático poco común que sufre incontrolables jaquecas que terminan por abatirlo, es quien nos explica el complejo mundo de los números y del hasta ahora interminable y exorbitantemente complejo número “Pi”.
Una historia relatada desde el recelo y la convicción de los números, la demostración de cómo el mundo es abarcado desde un cuarto en que el que yace reposada información tan codiciada como para matar por ella.
Euclides (Ευκλείδης Matemático y geómetra griego de donde se toma el nombre para el ordenador) es un ordenador construido por Maximilian que alberga modelos numéricos que pretenden, siguiendo un patrón lógico matemático formado por una espiral que procura ser constante, simétrica y regular, desentrañar la naturaleza de la bolsa, pues se plantea que ésta es similar a un gigantesco organismo, compuesto por muchas otras pequeñas asociaciones de microorganismos, humanos.

La película plantea este argumento:
1.Las matemáticas son el lenguaje de la naturaleza.
2. Todo lo que nos rodea puede representarse y comprenderse mediante números.
3. Si dibujas un gráfico con esos números, aparecen patrones. Por tanto: en la naturaleza hay patrones por todas partes.

En la búsqueda de la verdad, aquella única y desconocida por la humanidad, Max se aventura en un mundo de perfecciones cíclicas que esperan ser descifradas y encontradas, para lo cual usa a Euclides. Pero se cae en un error fundamental cuando el humano llevado por sus pasiones y sus sentimientos se adentra en campos desconocidos por las ciencias puras, y se escabulle en la numerología perdiendo todo tipo de objetividad y razón. Esto lo lleva a ver lo que quiere ver y encontrar lo que quiere encontrar.
“Pi” es una película increíble ya que presenta la posibilidad de ver lo que se considera verdad o verdadero en las matemáticas, pero además como esta verdad no dista mucho de la superstición, ya que, según la película, en el límite de la razón se encuentra la verdad y adelante: la locura, la desesperación y el caos.

BIOGRAFÍA: Sir Alfred Jules Ayer


Es quizás uno de los personajes más relevantes que podríamos encontrar para tratar el tema de la verdad. Él ya se planteaba en las vacaciones de navidad de 1933, un poco antes de cumplir los 25 años, mientras daba las primeras puntadas de lo que sería su primer libro Lenguaje, verdad y lógica, que todos los planteamientos de la filosofía, desde la antigua Grecia hasta la actualidad, no lograban resolver nada, pues en sí misma la filosofía no resolvía nada. Pero he ahí el problema que intentó resolver Ayer, ya que se le ocurrió que la dificultad de la filosofía, en lo que tiene que ver con la resolución de los problemas, nada tiene que ver con su capacidad de respuesta, sino que en todo el tema subyacía un trasfondo más profundo:

Las tradicionales disputas de los filósofos son, en su mayoría, tan injustificables como infructuosas. El modo más seguro de terminarlas consiste en establecer incuestionablemente cuáles podrían ser el objetivo y el método de una investigación filosófica. Y éste no es, en modo alguno, un trabajo tan difícil como la historia de la filosofía nos induce a suponer (Lenguaje, verdad y lógica pág. 37).


De lo que se trata aquí es de una nueva concepción de la filosofía y de una nueva labor del filósofo. Después de Ayer la filosofía dio un vuelco sobre sí misma hasta llegar al punto en el que ella pasó a significar algo más parecido al análisis lógico-semántico planteado por la filosofía analítica que conocemos en la actualidad, algo totalmente distinto a aquella filosofía de la tradición metafísica que embriagó la razón de los hombres en busca de una explicación última del universo, pero sobre todo del intelecto humano. Ayer dirigía todo su poder argumentativo en temas tales como ver la filosofía como un cierto saber que se encargaba de la

búsqueda de verdades trascendentales, que se encuentran más allá de la investigación científica corriente.

Podemos comenzar por la crítica de la tesis metafísica de que la filosofía nos proporciona el conocimiento de una realidad que trasciende el mundo de la ciencia y del sentido común… Un modo de atacar un metafísico que afirmase tener tal conocimiento… Sería el de investigar de qué premisas estaban deducidas sus proposiciones. ¿No tiene él que comenzar, al igual que los demás hombres, por la evidencia de sus sentidos?... Pero sin duda alguna, de premisas empíricas no puede, legítimamente, inferirse nada… Supraempírico. (LVL págs. 37-38)

La función de la filosofía es totalmente crítica… Es una actividad esencialmente analítica, y la idea de que la filosofía consiste en buscar primeros principios es una superstición de la que nos liberamos con el abandono de la metafísica. (LVL págs. 54-55).

Ayer y el Círculo de Viena

Había surgido en Viena (Austria) durante la década de 1920 bajo la influencia de Bertrand Russell, Ludwig Wittgenstein, Ernst Mach y otros. Encabezado por Moritz Schlick y Rudolf Carnap, el Círculo de Viena supuso uno de los capítulos más importantes en la historia de la filosofía analítica y del lenguaje. Según el positivismo lógico, la misión de la filosofía es la aclaración del significado, no el descubrimiento de nuevos hechos (reservado a la ciencia) ni la elaboración de relaciones comprensivas de la realidad (objetivo erróneo de la metafísica tradicional). El primer libro de Ayer, Lenguaje, verdad y lógica, tuvo un impacto tal que muchos miembros y seguidores del Círculo de Viena consideraran el trabajo de Ayer como la biblia del positivismo lógico hasta un punto tal que se reconocían sus miembros porque siempre llevaban el libro debajo del brazo. No obstante, la teoría positivista estuvo sometida a intensas críticas por parte de filósofos como Karl Popper.

¿Cómo se concibe la verdad desde el punto de vista filosófico?


Por: Andrés Camilo Marín Arias
Yoshio Alejandro Emura


La verdad es un término de difícil comprensión ya que es relativo de acuerdo al contexto en el que éste sea utilizado. Es entonces pertinente preguntarse cómo se entiende la verdad desde el punto de vista filosófico.

Para empezar es importante considerar dos posibilidades:
A) La verdad debe trascender por encima de la mente humana y del tiempo, es decir, que un juicio absolutamente verdadero debe ser asentido como tal y además tal juicio debió, debe y deberá seguir siendo verdadero.
B) La verdad está ligada a la mente humana y a las distintas afirmaciones a las que pueda ser sometida; es decir que un juicio absolutamente verdadero, no necesariamente debe serlo para una persona que sufra por ejemplo de una enfermedad mental, pues ésta se encuentra en una condición distinta y por lo tanto no está en la capacidad de distinguir la veracidad de determinado juicio.

Desde nuestro punto de vista la verdad se encuentra ligada a la mente humana y por lo tanto también lo hace a las pasiones de los seres humanos, a las distintas ideas y pensamientos que puedan surgir en la mente de cada individuo. Es cierto que un juicio absolutamente verdadero debido a su cualidad de absoluto, debe ser asentido por todas las personas y que además trascienda sobre el tiempo, es decir, para que exista una verdad debe existir como mínimo espacio, tiempo y un individuo que esté en capacidad de juzgar cualquier juicio y haga uso de su razón.

Si por ejemplo hay una persona que es juzgada y se encuentra en la cárcel por un delito que no ha cometido, esa persona tiene la completa certeza de que no ha cometido ningún delito, sin embargo para las personas que lo juzgan no existe nada certero, incluso si comprobaran los hechos a través de testigos la certeza nunca sería total. Si tiempo después, la persona que es juzgada muere, con ella también desaparecería la verdad (de no cometer ningún delito), es decir que la verdad tampoco tiene trascendencia en el tiempo. En este caso, la verdad para el preso sería absoluta mientras que para el juzgado sería parcial, pues no hay manera de comprobar los hechos totalmente.
Concluimos pues, que la verdad es siempre algo parcial y además es simultáneamente interna y externa a la mente, dependiente e independiente de la misma. Hay dos tipos de existencia del mismo objeto: extramental, independiente, que es el objeto conocido; la otra es intencional, intramental, dependiente del sujeto cognoscente, que es el objeto por el cual la cosa es conocida, la representación intencional, lógica, mental o ideal de la cosa u objeto conocido. Una constituye el contenido, la otra el medio de mi conocimiento.
La entidad conocida y su representación ideal son, pues, diversas en el orden real, pero idénticas en el orden intencional, ambos se refieren a lo mismo. Es decir, ambos son distintos en el tipo de existencia que poseen: una existe realmente, la otra intencionalmente, pero en su esencia los dos se refieren a lo mismo.

UNAS VERDADES SOBRE LA VERDAD


Por: Darío Santana Pineda.


La verdad es un término difícil de comprender, pero se podría remitir a lo que la gente considera como verdad, consiguiendo distintas perspectivas sobre lo que ésta implica, por ejemplo algunos piensan que la verdad es una correspondencia entre hechos y lenguaje, otros que es algo con lo que se califica las cosas diciendo que son falsas o verdaderas; aunque son perspectivas diferentes convergen en un punto especial y es que los hechos o relaciones de hechos se pueden calificar como verdaderos o falsos, esto da pie a pensar en la verdad como algo valorativo para calificar los hechos del mundo y que por tal, se puede pensar en la verdad como una cualidad de los hechos, que les da una característica frente a las circunstancias existentes en dicho momento a valorar.

Teniendo presente que la verdad para una gran parte de la sociedad, es considerada como la existencia de una relación entre distintos hechos, es importante aclarar este planteamiento empezando por decir que la relación entre los hechos tanto lingüísticos como reales, deben ser lógicos o guiados por el sentido común. Es decir, que entre los hechos implicados exista una posible relación y mientras ésta sea más posible, la relación se puede considerar más veraz, por ejemplo: “Juan cree que matar es malo, Juan mató”. Esta situación a simple vista se diría que es falsa debido a que Juan posee una idea y si actuara de forma lógica no hubiese matado, sin embargo lo hizo y por tal se rompe la relación entre los hechos provocando que el acto no se crea verdadero.

Otro punto de vista hacia la verdad, se puede considerar a partir de las circunstancias, es decir, que algo puede ser tomado como verdad bajo ciertas condiciones: digamos que Juan mató porque necesitaba algo de gran vitalidad y por esto lo hizo, en este caso el acto ya pasaría de ser falso a ser verdadero debido a que hubo ciertas circunstancias que lo condicionaron a hacerlo, es muy distinto pensar en “Juan mató” a “Juan mató porque debía salvar su vida”, suponiendo que Juan no es un enfermo mental en ambas proposiciones los valores de verdad son diferentes debido a lo que se dice sobre la situación.

Cabe resaltar una visión que se tiene sobre la verdad, y es aquella donde ésta se toma como la resultante de un acuerdo, es decir, los hombres se relacionan y establecen la verdad a partir de diferentes ideas que posean, entre ellas la cultura, la cual genera una diversidad de interpretaciones del mundo debido a que abarca al hombre en su mayoría. Debido a esta forma de establecer lo verdadero es posible interactuar con otros individuos, pues tienen conocimiento similar sobre las mismas cosas previamente instauradas, entre estas cosas se encuentra la forma de establecer la verdad a partir de la relación, por lo cual la mayoría de individuos consideran la verdad como una relación de concordancia.

Para concluir, podríamos decir que la verdad se concibe como una cualidad de los hechos que puede venir de diferentes maneras; sin embargo, es relativa por el hecho de que se encuentra influenciada por las ideas que cada individuo posee, pues aunque las ideas sean comunes los hombres las perciben de manera distinta debido a diferentes disposiciones que el persona posee, entre ellas se encuentra la cultura y también las condiciones en las que se va a valorar el hecho, pues el hecho de Juan adquiría doble valor simplemente porque se encontraba en condiciones diferentes, lo que nos da la posibilidad de plantear a la vedad como algo relativo y hasta poco creíble por su comportamiento paradójico.


EDITORIAL

¿Una revista de filosofía en un colegio? Para muchos esta idea puede sonar descabellada pues creen que la filosofía es sólo para personas revolucionarias, hippies e incluso, algunos se atreven a pensar que la filosofía es cosa de locos pero nunca se imaginaron que un estudiante de secundaria podría tener la capacidad de abordar y escribir sobre temas filosóficos. En este punto, muchas personas se deben estar cuestionando: “Y bueno ¿Qué es, y para qué sirve la filosofía?”. Pues bien, en términos generales la filosofía es un saber que debe ser entendido como pragmático más que dogmático, es decir, la filosofía no sólo consiste en estudiar y aprender de memoria lo que proponía Aristóteles, Kant, Hume, Kierkegaard o Rousseau, sino que la filosofía es un conocimiento que tiene como objetivo generar procesos reflexivos en las personas y crear un sentido crítico frente a las cosas que nos rodean. Este es el principal enfoque que se le da a la “madre” de las ciencias en el colegio Calasanz de Pereira y es por eso que los estudiantes son capaces, por ejemplo, de relacionar la Ética Kantiana con los problemas de la vida cotidiana.

Ahora bien, a pesar de que para muchos la idea de crear una revista de filosofía hubiera sonado absurda, el colegio emprendió uno de los proyectos más ambiciosos en el ámbito educativo nacional llamado SOFOS (sabio en griego); una revista en la cual cualquier integrante de la comunidad educativa pueda publicar artículos que tengan un trasfondo filosófico. Es necesario aclarar que esta revista no es un producto del azar, sino que es resultado de uno de los mejores programas de filosofía a nivel nacional, cosa que se demuestra cada vez que nuestros estudiantes asisten a congresos y foros.

Esta revista, al igual que cualquiera, cuenta con un comité de redacción conformado por dos estudiantes de los niveles de noveno a once. En un principio será publicada bimestralmente y siempre contará con un tema central sobre el que girarán todos los artículos. En esta edición inaugural se hablará de uno de los temas más controvertidos, no sólo en la filosofía sino en la humanidad, el tema de la verdad, es decir los artículos tratarán preguntas como: ¿Qué es lo verdadero?, ¿Cómo conocemos lo verdadero?, ¿Existe realmente algo verdadero?

Así pues, de parte del comité de redacción esperamos que dejen a un lado las prevenciones acerca de la filosofía y simplemente la disfruten por medio de SOFOS.