jueves, 2 de abril de 2009

EL CUERPO NECESITA RESPIRAR COMO LA EXPERIENCIA NECESITA DE LA RAZON PARA LLEGAR A LA VERDAD

Por: David Rincón Santa.
Para comenzar, hay que reconocer, que el hombre, en toda su historia y en su forma de pensar, busca una respuesta a la forma de adquirir sus conocimientos, y donde encuentra mayor validez, fundamento, seguridad y posibles respuestas a las cuestiones formuladas, se dedica a construir una entidad teórica, que le permita saber y darle a conocer a los demás la posible vía del conocimiento; por tanto, como errar es de humanos, aquel que pretende plantear o replantear la manera de cómo se obtiene todo el conocimiento tiene el riesgo de equivocarse, lo cual, puede servir de base a la humanidad para acercarse cada vez mas a la verdad; haciendo esto de una forma critica, de manera que el nuevo planteamiento sea una estructura mucho mas solida, y no dedicándose solo a refutarla desde puntos de partida y fundamentos quizás menos firmes.

A través de las épocas se han destacado dos disciplinas filosóficas claramente definidas, una conocida desde los griegos, es el racionalismo, donde todo se basa en la razón, es decir el uso de esta facultad como único camino hacia el conocimiento; por otro lado, se encuentra la segunda vía y de cierto modo opuesta a la anterior: los sentidos, donde el conocimiento es adquirido únicamente por medio de impresiones sensibles.
Como una simple critica, o reflexión, como el lector quiera llamarla, cabe decir que reducirnos a postular una única vía como forma de adquirir el conocimiento es limitar las facultades humanas y dar espacio a mas dudas e incógnitas, que poco o nada contribuyen a resolver el problema epistémico. Entendemos entonces por qué la idea de Immanuel Kant en la Crítica de la Razón Pura, cobra total relevancia, puesto que pretende unir la razón con la experiencia, para dejar cada vez menos vacios, y ahondar con buenos fundamentos y con grandes avances, en la forma como se logra el conocimiento.
Entonces de forma irónica, se pretende explicar: de qué sirve la experiencia sin la razón, y viceversa. Sería muy extraño solo andar por el mundo percibiendo cosas, sin saber su verdadero significado, el porqué de su existencia y demás; de igual forma vagar en un mundo únicamente racional, significaría un profundo sueño en el cual solo existe un mundo ideal, y el real desaparece por completo. De qué sirve pues solo percibir las cosas, o solo razonar 
ideas. Es por esto que Kant formula lo siguiente: La experiencia es la base del conocimiento, porque por medio de las impresiones sensibles se despierta la razón (facultad de conocer) para que esta inicie su proceso cognoscitivo, lo que quiere decir, proceso del conocimiento; o también la misma enlace, compare y relacione conceptos que ya se hallan adquirido con anterioridad.
De manera que cabe poner un ejemplo para concluir lo anterior: “Percibo una silla, es decir, la toco, la huelo, la observo, la siento, esta sensación me permite despertar la razón, mediante la cual me formo una serie de ideas, o hago referencia a conceptos (ideas) adquiridos anteriormente de la misma forma, como los son sillín, espaldar, color de la silla, textura, entre otros; con el objetivo de formar el concepto de silla,”. ¿Qué sería de la percepción sin la razón?, es decir, de qué me serviría esa impresión de silla, esa sensación, sin la facultad que me permite formarme una idea de la misma, y así conocerla verdaderamente, es decir, que si en un futuro me volviese a topar con una silla pueda tener esa idea y no tenga que pasar de nuevo por el mismo proceso. O por el contrario, ¿qué seria de la razón sin la percepción?, es decir, cómo podría tener una idea de silla, si ni siquiera la he tocado, cómo podría saber qué es una silla sin percibirla, carecería pues de sentido, el hecho de formarme ideas sin tener una impresión o percepción en el mundo real.





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