jueves, 2 de abril de 2009

The Time Machine

Por: Sebastián Montoya Bustamante.














Título original: The Time Machine
Género: Ciencia Ficción.
Director: Simon Wells, Gore Verbinski
Año: 2002
Nacionalidad: Estados Unidos.
Guión: John Logan
Fotografía: Donald Mc Alpine.
Música: Klaus Badelt
Montaje: Wayne Wahman.
Protagonista: Guy Pearce.


Alguna vez te has preguntado ¿qué se sentiría ser Dios? Tener la habilidad de crear o destruir y mejor que todo, la de romper las leyes de la naturaleza.

Éste es el caso de un científico llamado Alexander Hartdegen quien había estudiado y desarrollado durante muchos años la posibilidad de viajar en el tiempo. Sin haber probado la máquina se vio obligado a viajar al pasado después que un ladrón le hubiera quitado la vida a su prometida. Enfurecido por tal tragedia viaja al pasado exitosamente y detiene al ladrón. Pero se da cuenta que el pasado no podía ser modificado y aunque el ladrón no fue quien asesinó a su prometida esa misma noche fue atropellada por un carro.


Frustrado Alexander intenta volver a su tiempo pero mientras está activando su máquina accidentalmente cambia la fecha a la que desea viajar y llega a un futuro completamente desconocido para él. En éste futuro todo estaba en decadencia; un accidente hizo que la luna se destruyera y comenzara a caer sobre la tierra. Esto provocó que unas personas se refugiaran bajo tierra y otras no. Con el tiempo, los humanos evolucionaron a dos especies diferentes contrarias los Eloi y los Morlock.

Alexander llega a ese tiempo, en el que no hay tecnología porque todo fue destruido. La película trata principalmente éste momento, en el que el científico llega a ese futuro extraño y hace lo posible por volver a su época.

En ésta película no hay Dios, Dios es Alexander quien pudo traspasar las barreras del tiempo y el espacio. El filme es la viva representación del hombre que toda la vida soñado e intentado superar a Dios en todos los aspectos. Para el caso de Alexander convertirse en Dios no fue un trabajo imposible.
Hoy en día lo que muchas personas se preguntan es si en realidad Dios existe, ya que los avances tecnológicos comienzan a demostrar cada vez lo contrario.


EULER, UNA HUELLA INFINITA EN LA MODERNIDAD


Por: Óscar Jhonny Gómez Suárez.

No cabe duda que en el ámbito de la ciencia, hablar de Leonhard Euler (1707-1783), resulta familiar; ya que sus aportes a la ciencia han sido significativos para el desarrollo de la ciencia misma y de los avances en las diferentes tecnologías científicas. En este artículo quiero resaltar la producción matemática de Euler, ya que, ésta va muy de la mano con el desarrollo científico que trajo consigo la época de la filosofía moderna. Me refiero a una simultaneidad, porque los pensamientos académicos de Euler fueron acordes al legado de Descartes y de los estudiosos de estos siglos; ya que se resistió al tutelaje y al dictamen de los dirigentes de la Iglesia respecto a sus tesis y especulaciones. Así mismo, comenzó una auténtica lucha para liberarse del dictado del dogma teológico, abandonó las reglas admitidas como indiscutibles y los métodos universalmente aceptados, para establecer sus propias normas de verificación, coherencia racional, comprobación empírica, rompiendo con la fidelidad a la autoridad, y a la tradición eclesiástica. 

Euler era una persona sencilla, parco en palabras, pero muy trabajador, sin embargo su forma de ser austera resultó ser desagradable para algunos personajes de la corte de Federico, como por ejemplo el filósofo Voltaire, e incluso del propio emperador, quien le consideraba poco refinado y se refería a él en tono despectivo como “mi cíclope”. A pesar de sus dificultades físicas y sociales, como la pérdida de su casa en un incendio, de su ceguera; la productividad de su trabajo siguió siendo extraordinaria, publicando más de 250 artículos entre ellos un tratado de 775 páginas sobre el movimiento de la Luna. La producción matemática de Euler coincide con el periodo de producción académica de Leibniz (1646-1716), quien hacía parte de la corriente filosófica del racionalismo, quienes dejaron aportes muy importantes para el cálculo en cuanto a los temas de límites, sucesiones y derivadas.

Fue en la época de la filosofía moderna cuando comenzaron a estructurarse las ciencias naturales, entendidas como un sistema de conocimientos rigurosamente clasificadoS y verificadoS. El pensamiento moderno acabó convirtiendo a la filosofía en colaboradora de la ciencia. A partir de esta época fue frecuente que una misma persona reuniera la doble condición de científico y filósofo, como Galileo y Newton que son grandes representantes de este cambio, que alcanzó hasta la época contemporánea. En esta perspectiva, los dos factores más importantes de la ciencia moderna (utilización concreta de la experiencia del investigador y mentalidad matemática) fueron también dos de los temas filosóficos más apasionadamente discutidos, hasta tal punto que dio lugar a dos de las más destacadas escuelas filosóficas de la Edad Moderna: el racionalismo, que se fundó en los aspectos lógico-racionales del conocimiento, en El cual de forma indirecta Euler hizo sus aportes a través de los tratados de la náutica; y el empirismo, que afirmó la validez absoluta de la experiencia en el ámbito del conocimiento científico-filosófico. 

En 1735 Euler resuelve el famoso problema de Basilea; un problema sobre el que habían fracasado todos los matemáticos de la época incluidos Leibniz y los Bernouilli: encontrar el valor de la suma infinita de los inversos de los cuadrados de los números naturales. En 1738 introduce lo que hoy entendemos como el cálculo variacional resolviendo el problema de las isoperimétricas (superficie de máxima área para un perímetro dado), un problema que extendería y generalizaría en un tratado posterior publicado en 1744. En 1748 aparece Introductio in analysin infinitorum, en el que sistematiza el trabajo realizado anteriormente respecto al cálculo para el mejoramiento de las lentes telescópicas, y crea las bases del cálculo sobre la teoría de funciones en lugar de los razonamientos sobre curvas geométricas usados hasta la fecha, estableciendo un buen número de resultados y notaciones utilizados actualmente.

Lo anterior es una pequeña muestra de todos los aportes que dejó Euler como una huella en el transcurrir de la historia; es notorio, su afinidad con los pensamientos suscitados desde la filosofía moderna, ya que, sus expresiones matemáticas, hoy válidas, se dieron a través de la experimentación misma, con un gran toque, por así decirlo, de la concepción racional de la filosofía moderna, tanto que superó a muchos de sus exponentes. 


Baruch de Spinoza


Conocido también por su nombre latino Benedictus de Spinoza o por su nombre Portugués Benito de Espinoza, fue uno de los pensadores más influyentes de la modernidad, sobre todo de los científicos de la época ya que desde su punto de vista había una entidad superior, una idea de dios, la cual era puro conocimiento, pero un conocimiento que plasmaba su poder en la naturaleza, en otras palabras el dios de Spinoza era la naturaleza. Como dato interesante, pensadores como Newton y Einstein consideraban a que el dios en el que ellos podían creer era un dios racional, un dios de la razón como el que había presentado Spinoza a lo largo de toda su obra.
Pero su obra no sólo es de carácter estrictamente racional, además Spinoza trató el problema de la relación entre la religión y el poder político en el “Tratado Teológico Político”. Por esta obra y por las repercusiones que en la época podría tener un manifiesto tan revolucionario, la iglesia judía, a la cual pertenecía más por tradición familiar que por devoción, expulsó a Spinoza de Ámsterdam y lo persiguió por algunos años hasta que él logró la protección del partido orangista, radicales opositores de las tendencias políticas judías. 

En 1660 se trasladó a Rijnsburg, pueblo bajo la sombra del poder orangista donde tuvo un poco de paz para escribir su exposición de la filosofía cartesiana, “Principia philosophiae cartesianae”, y los “Cognita metaphysica”, años después publica “Tractatus de intellectus emendatione”. Pero su trabajo no paró aquí, ya que de igual modo dedicó gran parte de su vida a fundamentar el orangismo en el resto de Holanda y a trabajar en la física de los cristales, pues su idea era perfeccionarlos a un punto nunca antes visto para poder realizar observaciones astronómicas de gran calidad y profundidad. En esta labor, y en su empleo de pulidor de lentes, se hizo amigo de Christiaan Huygens quien inventó el microscopio.
Con Spinoza podemos ver como el espíritu guiado por la razón sale avante ante las dificultades, las persecusiones, la enfermedad y la pobreza. Spinoza nació pobre y murió pobre, ciego, contagiado por tuberculosis, envenenado por los químicos con los que pulía cristales. Ciego y enfermo a más no poder, pero inmortalizado en la majestuosidad de una de las obras más imponentes de la filosofía inspirada en la matemática.



EL CUERPO NECESITA RESPIRAR COMO LA EXPERIENCIA NECESITA DE LA RAZON PARA LLEGAR A LA VERDAD

Por: David Rincón Santa.
Para comenzar, hay que reconocer, que el hombre, en toda su historia y en su forma de pensar, busca una respuesta a la forma de adquirir sus conocimientos, y donde encuentra mayor validez, fundamento, seguridad y posibles respuestas a las cuestiones formuladas, se dedica a construir una entidad teórica, que le permita saber y darle a conocer a los demás la posible vía del conocimiento; por tanto, como errar es de humanos, aquel que pretende plantear o replantear la manera de cómo se obtiene todo el conocimiento tiene el riesgo de equivocarse, lo cual, puede servir de base a la humanidad para acercarse cada vez mas a la verdad; haciendo esto de una forma critica, de manera que el nuevo planteamiento sea una estructura mucho mas solida, y no dedicándose solo a refutarla desde puntos de partida y fundamentos quizás menos firmes.

A través de las épocas se han destacado dos disciplinas filosóficas claramente definidas, una conocida desde los griegos, es el racionalismo, donde todo se basa en la razón, es decir el uso de esta facultad como único camino hacia el conocimiento; por otro lado, se encuentra la segunda vía y de cierto modo opuesta a la anterior: los sentidos, donde el conocimiento es adquirido únicamente por medio de impresiones sensibles.
Como una simple critica, o reflexión, como el lector quiera llamarla, cabe decir que reducirnos a postular una única vía como forma de adquirir el conocimiento es limitar las facultades humanas y dar espacio a mas dudas e incógnitas, que poco o nada contribuyen a resolver el problema epistémico. Entendemos entonces por qué la idea de Immanuel Kant en la Crítica de la Razón Pura, cobra total relevancia, puesto que pretende unir la razón con la experiencia, para dejar cada vez menos vacios, y ahondar con buenos fundamentos y con grandes avances, en la forma como se logra el conocimiento.
Entonces de forma irónica, se pretende explicar: de qué sirve la experiencia sin la razón, y viceversa. Sería muy extraño solo andar por el mundo percibiendo cosas, sin saber su verdadero significado, el porqué de su existencia y demás; de igual forma vagar en un mundo únicamente racional, significaría un profundo sueño en el cual solo existe un mundo ideal, y el real desaparece por completo. De qué sirve pues solo percibir las cosas, o solo razonar 
ideas. Es por esto que Kant formula lo siguiente: La experiencia es la base del conocimiento, porque por medio de las impresiones sensibles se despierta la razón (facultad de conocer) para que esta inicie su proceso cognoscitivo, lo que quiere decir, proceso del conocimiento; o también la misma enlace, compare y relacione conceptos que ya se hallan adquirido con anterioridad.
De manera que cabe poner un ejemplo para concluir lo anterior: “Percibo una silla, es decir, la toco, la huelo, la observo, la siento, esta sensación me permite despertar la razón, mediante la cual me formo una serie de ideas, o hago referencia a conceptos (ideas) adquiridos anteriormente de la misma forma, como los son sillín, espaldar, color de la silla, textura, entre otros; con el objetivo de formar el concepto de silla,”. ¿Qué sería de la percepción sin la razón?, es decir, de qué me serviría esa impresión de silla, esa sensación, sin la facultad que me permite formarme una idea de la misma, y así conocerla verdaderamente, es decir, que si en un futuro me volviese a topar con una silla pueda tener esa idea y no tenga que pasar de nuevo por el mismo proceso. O por el contrario, ¿qué seria de la razón sin la percepción?, es decir, cómo podría tener una idea de silla, si ni siquiera la he tocado, cómo podría saber qué es una silla sin percibirla, carecería pues de sentido, el hecho de formarme ideas sin tener una impresión o percepción en el mundo real.





ENSAYO SOBRE EL ENTENDIMIENTO HUMANO


Por: Andrés Camilo Marín.

En el Ensayo Sobre el Entendimiento Humano, Locke se propone a encontrar el lugar de donde provienen todos nuestros conocimientos y el proceso por el cual pasan para que puedan llegar a ser catalogados como tal, basándose en principios del empirismo, es decir, contradiciendo la propuesta cartesiana de las ideas innatas. Por lo tanto, el siguiente texto pretende mostrar de manera breve el planteamiento que Locke expone en su obra. 

Para empezar Locke, se opone a la teoría del innatismo del cartesiano, por lo tanto, se propone buscar de dónde se originan las ideas, cómo las percibimos y qué reacciones generan en nuestra mente.
Locke afirma que la idea es el objeto del pensamiento, puesto que todo hombre es consiente para sí mismo de que piensa y no hay duda que los hombres tienen en su mente varias ideas tales como las expresadas por las palabras blancura, dureza, dulzura, pensar, hombre, ejército, ebriedad y otras. El propósito entonces, es averiguar cómo se llega a tener estas ideas.

“Todas nuestras ideas provienen de la sensación o de la reflexión”, las ideas que adquirimos a través de la percepción de nuestros sentidos son el resultado de la experiencia, el fundamento de todo nuestro conocimiento. Las observaciones que hacemos acerca de los objetos sensibles externos o acerca de las operaciones internas de nuestra mente, que percibimos y sobre las cuales reflexionamos, es lo que provee nuestro entendimiento de todos los materiales del pensar. De estas dos fuentes es de donde provienen todas nuestras ideas.
Nuestros sentidos son los responsables del contacto con los objetos sensibles externos, y transmiten distintas percepciones a nuestra mente dependiendo de las afecciones que dicho objeto genere en el individuo, y es de esta manera por la cual adquirimos las ideas de calor, de amargo, de amarillo, etcétera, todas a las que llamamos cualidades sensibles. A esta fuente que origina el mayor número de ideas en nuestra mente se le llama sensación puesto que depende totalmente de nuestros sentidos. La segunda fuente, de donde provienen nuestras ideas se conoce como reflexión; es decir, las operaciones interiores que se realizan en nuestra mente a partir de las ideas que ya se tienen, ideas que son reflexionadas por el alma y ésta provee al entendimiento de otra serie de ideas que no se derivan de objetos externos. Tales ideas son las de percepción, de pensar, de dudar, de creer, de razonar y de todas las distintas actividades realizadas por nuestras propias mentes. Dicha fuente de ideas, aunque no se trata de un sentido, porque no está relacionada con los objetos exteriores, se le puede llamar claramente sentido interior. Lo anterior quiere decir que la reflexión, esa advertencia que hace la mente de sus propias operaciones.
Todas nuestras ideas son de la una o de la otra clase, los objetos externos proveen a la mente de cualidades sensibles y la mente provee al entendimiento con ideas de sus propias operaciones, por más que busquemos dentro de nuestra mente, encontraremos que absolutamente todas nuestras ideas provienen de alguna de estas dos fuentes, sin embargo, algunas ideas pueden darse a través de la combinación de ambas, percepción y reflexión, y algunas son ampliadas por el conocimiento.
Existe gran variedad de ideas que son impresas en la mente de un niño téngase o no el cuidado de enseñársela, ya que todos ellos se hallan rodeados de cuerpos que continuamente y de manera diversa los afectan. La luz y los colores en todo lugar se encuentran disponibles y causan impresiones, el simple Hecho que el ojo esté abierto, ya es motivo para que se creen ideas en la mente del individuo. Un niño que sólo viera el negro y el blanco hasta hacerse hombre, no podría tener ni la más mínima idea de los demás colores como el verde o el amarillo.
Aunque las ideas estén incurriendo constantemente dentro de nuestra mente, no imprimen huellas lo suficientemente profundas para dejar en la mente ideas claras hasta que el entendimiento reflexiona sobre sí mismo, acerca de sus propias operaciones y las convierte en objeto de su propia contemplación. Es por esto, que las ideas de reflexión son más tardías puesto que requieren atención.

El alma empieza a tener ideas cuando empieza a percibir, debido que tener ideas y percibir son la misma cosa. El alma siempre piensa y mientras existe tiene percepción de ciertas ideas y tal pensar es inseparable del alma, por lo tanto, preguntar por el inicio de las ideas de un hombre es lo mismo que preguntar por el inicio de su alma pues el alma y las ideas empiezan a existir al mismo tiempo.
El alma no siempre es consciente que piensa. Un hombre en estado de vigilia nunca está sin pensamiento, pues pensar es la condición de tal estado. Una persona mientras duerme no es capaz de sentir algún placer o dolor o experimentar felicidad o tristeza, dado que ser feliz o desgraciado sin ser consciente de ello, es totalmente inconsecuente e imposible; si fuera lo contrario, la mente sería capaz por su propia cuenta sentir placer o dolor y experimentar felicidad o tristeza, sensaciones de las cuales el hombre no es consciente. Aunque mientras dormimos, nuestra mente realiza operaciones, estas ideas allí originadas, no poseen la firmeza para dejar huella en el entendimiento. El sueño es como un espejo que refleja nuestras vivencias y nuestra experiencia con objetos sensibles, sin embargo, el entendimiento no aprovecha en nada pues el alma no es consiente cuando duerme, por ende tales pensamientos son olvidados con facilidad.

En conclusión, para Locke no es posible la adquisición de ideas sin remitirse al mundo sensible, a la experiencia; es decir, sin la utilización de nuestros sentidos ya que al adquirir estas primeras ideas podemos, a través del sentido interior adquirir las demás.





EDITORIAL

En la filosofía moderna se desarrollan temas tanto epistemológicos, como éticos y políticos. En esta editorial nos vamos a centrar en la propuesta política de la filosofía moderna, basándonos en John Locke y su idea de libertad. 
Si nos ubicamos en el siglo XVII, siglo en el cual todavía regía un gobierno monárquico, donde el poder estaba en las manos de la burocracia, entonces, nos daremos cuenta que el régimen carecía de fundamento y de bases sólidas. Se requería entonces de una cimiente para la teoría política, y por esta necesidad surgieron dos políticos que la fundamentarían: Robert Filmer y Thomas Hobbes. El primero fundamentaba la teoría absolutista en el hecho que, según él, los monarcas gobernaban por voluntad de Dios, por ello, su autoridad era tan grande como la de Dios. En cambio, Hobbes explicaba que era necesario un rey con mucho poder y un pueblo con poco poder, ya que, para él, el hombre estaba en un continuo estado de guerra y si éste obtenía el poder, entonces, sería el comienzo de una guerra civil.
Como respuesta a estas ideas surge el planteamiento de Locke, quien refuta los planteamientos absolutistas y exige los derechos individuales del hombre, cimentados en el argumento que el estado no es una creación de Dios, sino, una unión política realizada a partir de hombres libres e iguales.
Según Locke el estado natural del hombre, es un estado de perfecta libertad e igualdad “El hombre tiene una incontrolable libertad de disponer de su propia persona o sus posesiones”. Pero sin importar que en el estado de naturaleza la libertad sea absoluta, existe una ley natural que nos rige a todos, “que ningún hombre debe dañar a otro en lo que atañe a su vida, salud, libertad o posesiones”.
Pero él no considera que puede que esta libertad sea quebrantada por algún agente externo, entonces podríamos entrar a decir que hay de dos tipos de libertades, una, la ideal, que sería la libertad que cada quien se supone que tiene, en donde nada ni nadie puede atentar contra su vida, su salud, libertad o posesiones, y que tiene como límite unas reglas o leyes impuestas para un bien común; y la segunda libertad, la llamaría yo, la libertad real, que es la libertad desde los ojos de la desigualdad, una libertad subjetiva, dependiendo de lo que la persona tiene, o hace; es decir, depende de factores externos. Por ejemplo, si nacemos en una familia de esclavos, lo más seguro es que yo esté destinado a seguir siendo un esclavo más.
Sabiendo esto, podemos concluir que la teoría política de Locke fue un fundamento para la organización política actual por su aporte sobre los derechos individuales y la organización del estado, la cual, terminó desembocando en la revolución de un país, Inglaterra.